Año 2104. Arabia Saudí, región de Tabuk. El severo calentamiento global ha elevado el nivel del mar. Donde antes había ciudades, ahora estas han quedado sumergidas por el agua. En las zonas del planeta en las que hay tierra, está seca, sin vida, no es habitable. Por ello, los humanos supervivientes han creado una serie de ecociudades subterráneas para sobrevivir a base de alimentos sintéticos. Una de estas ecociudades es “The line”, donde Khawana vive. Khawana tiene 26 años y trabaja en la empresa de alimentos sintéticos Syrup; allí es testigo de los primeros casos de INP, Inmunodeficiencia nutricional progresiva.

La rutina de Khawana cambia tras caer enfermo su hermano Abel. Khawana decide dejar “The Line” y salir a un mundo aparentemente muerto.

Año 2100. Seúl, barrio de Insadong, Corea del Sur. La humanidad convive con robots humanoides avanzados que actúan como asistentes en la mayoría de los hogares. Aunque están diseñados para aprender y emular comportamientos humanos, su integración aún está en proceso. Seojun y su robot asistente, Harvey, se encuentran en el parque con Kim, amigo de Seojun. Más tarde, Seojun decide enviar a Harvey para acompañar a Kim a su casa y así adelantar las tareas domésticas antes de reunirse nuevamente para cenar. Sin embargo, el plan toma un giro no programado cuando Harvey decide asumir la identidad de Kim.

Año 2050. Javier, un joven de Extremadura (Mérida), es reclutado a los 18 años para operar drones en la III Guerra Mundial, un conflicto desarrollado principalmente en Europa. En la base de la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier (Murcia), pasa mucho tiempo con su amigo Miguel, compañero de videojuegos, con quien soñaba con ir a la guerra y regresar como héroes. Sin embargo, pronto descubren la dura realidad de la guerra, donde las decisiones que tienen que tomar no son tan sencillas como imaginaban.

Javier y Miguel se verán obligados a confrontar situaciones extremas, poniendo en duda sus propios principios éticos. Mientras operan los nuevos drones Mojave 6 en la operación Milex 51, deberán enfrentarse a la difícil pregunta de hasta qué punto la dignidad humana y los códigos éticos no valen en la guerra.