El principio de no agresión (o de no coacción o no invasión, abreviado PNA o NAP, del inglés non-aggression principle) es un principio ético y jurídico, paralelo al de propiedad de uno mismo, que sostiene que debe ser legal para cualquier individuo hacer lo que desee, siempre que no inicie ni amenace con iniciar violencia contra otro individuo o su propiedad. Afirma que la coacción —definida como el inicio de fuerza o violencia física, la amenaza de tal, o el fraude a las personas o sus bienes pacíficamente adquiridos— es intrínsecamente ilegítima y debe ser rechazada. El principio no se opone a la defensa contra la agresión, al contrario, la respalda y legitima. La no agresión es un principio que típicamente incluye la propiedad como parte del propietario; agredir contra la propiedad de alguien es agredir contra la persona porque sus bienes son de importancia para ella. De este modo, el principio lleva al rechazo del robo, vandalismo, asesinatos y fraudes. Cuando se aplica a los gobiernos, se ha adoptado para impedir muchas políticas incluidos impuestos y proyectos militares. Cuando se lleva a su consecuencia lógica (caso de los anarquistas), llama a la abolición del Estado (al ser una institución involuntaria y coactiva) y a proteger a las personas de la agresión de este sobre su soberanía individual. Este principio está presente en algunas filosofías como el iusnaturalismo y el utilitarismo, e ideologías de corte anarquista y, especialmente, en el liberalismo libertario y el anarcocapitalismo, donde este principio ha sido desarrollado sistemáticamente. Género: House trance Año: 2019 Producción: JD Toro Duración: 3:54
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